Fui a una no-inauguración, cuyo evento tenía por objetivo presentar la sala sinvergüenza, espacio gestionado por el colectivo CATENARIA, desde Junio de 2011; situado dentro del edificio ministerial del CSA Tabacalera, centro socia Auto-gestionado y ex-fábrica de Tabaco del barrio de Lavapiés, Madrid. La no-exposición tenía como nombre el titulo del ciclo “el orden de lo visible”. Según me comentaron las integrantes este es un proyecto de reflexión y creación colectiva que pretende actuar a partir de la problematización de la producción y del uso recepción de las imágenes que nos rodean. Claramente quieren convertir la sala Sinvergüenzas, en un espacio físico donde se pude problematizar las imágenes que activan los procesos de reconocimiento e identificación individual y social.
La presentación tiene por objetivo dar a conocer su proyecto y llamar la atención del público para obtener su participación para organizar talleres, muestras plásticas, proyecciones, charlas y todas las actividades colectivas posibles.
**Yo incluí materiales reusables, lo cual me dio una idea artística que poder llevar dentro del aula a partir, por ejemplo del centro de interés de las 3 R, Rehusar, Reutilizar y Reciclar y la unión de la imagen como práctica Educativa para su análisis, comprensión y manipulación, o también acercamiento a ello por parte de niños de Educación Infantil; ayundando de este modo también al desarrollo de la creatividad, la imaginación.
También uno de los objetivos era llenar una pequeña caja de mails de los interesados para que formara parte de la base de datos del colectivo y así informar de las actividades propuestas al público. Estamos hablando de un proyecto colectivo que pretende abrir las fronteras del arte contemporáneo y de la cultura visual a un público más amplio y no solo especializado con conocimiento teórico.
En este proyecto, se establecían diferentes temáticas acerca de la imgen por meses, lo cual también me dió una idea: poder realizar con los alumnos un calendario diseñado por ellos a partir de imágenes, creativas, significativas de cada estación, a partir de fotografías de elaboración propia, junto a recortes y demás.
Para mi todo ello es extrapolable al ámbito escolar, no sólo por la importancia de la imagen como elemento cultura en el que están inmersos directamente, los alumnos sino porque todo se puede globalizar dentro de proyectos que traten temas curriculares de interés. Incluso se puede trabajar la construcción de la identidad a partir e la imagen, lo cual puede dar pie a indagar más sobre nuestro autoconcepto y dónde se forja, analizándolo más profundamente mediante el mundo mediático, bajo un concepto más crítico.
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